La gente acostumbra decir: "Quien no visita a la provincia de Huaura, no conoce parte de nuestra historia". Esta expresión popular, que desde hace mucho tiempo se repite en los pueblos de esta provincia, es realmente merecida. En efecto por su ubicación geográfica cerca al mar, por su gran contribución a la causa de la emancipación peruana y por su sinuoso río que nace donde anida el cóndor de los Andes, es una de las provincias de importancia histórica en el departamento de Lima.
El río Huaura y el Oceano Pacífico con tradición y leyenda desde tiempos remotos permanecen unidos a la historia de esta provincia. El río ejerce poderosa influencia en la vida de las plantas,de los hombres y de los pueblos. ¡Que hermoso es el cielo serrano!. Gracias Creador por deshelar lo que está helado para que el río empiece a caminar, allá donde la paja de puna (ichu) y el viento le entonan una canción de cuna. Gracias Señor por enviar la lluvia desde el cielo para aumentar el caudal del río y convertir los campos en hermosos jardines.
Para quienes tienen la suerte de viajar por la sierra de esta provincia podrán apreciar en todas su magnitud la belleza de la Cordillera de los Andes y el majestuoso vuelo del cóndor. Allí donde el hombre convive con la montaña, el campo y el río. También aquí el día se llena de luz natural y el agua de los Andes que el río nos trae, en cada cascada, crea una hermosa composición poética con los colores del arco iris. Por eso la presencia de este río lo tenemos en todo lo bello: la música, la pintura y la poesía.
El pintoresco valle de Huaura por donde discurre el río, con infatigable energía, no sólo es de importancia por regar a los fértiles campos, sino que abastece de agua y fuerza motriz a muchos de los pueblos que lo rodea. Además en el remanso de su orilla y bajo la sombra de coposos árboles muchas veces se gestan amores y desveturas. En cambio en el llano y bajo el inmenso azul del cielo, ondulando va abriendo su camino, para luego de llevar vida a los campos de cultivo ir a morir en la profundidad del mar.
En el claro amanecer con aire fresco que oxigena hasta al espíritu, sus aguas bajan chillando mientras el campesino le espera cantando. Río Huaura eres canto y eres música. Eres pintura y eres inspiración. En todos los pueblos, tus aguas siempre escriben historias y leyendas.
En las más antiguas descripciones se dice que durante el invierno en la Sierra, este río multiplicaba su caudal, para luego violentamente desbordarse y arrasar con lo que encuentra a su paso. Es, entonces que aparecía el chimbador o vadeador con sus caballos y en otras veces sin ellos, para ayudar a pasar de una orilla a otra a los caminantes.
La historia relata que el sabio Antonio Raymondi, encontró a este río muy crecido y con un ruido estrepitoso. Al tratar de cruzar por el lado mas alto del cause, y en dirección diagonal; pero la poca costumbre de montar en pelo, terminó por marearlo y hacerle perder el equilibrio. De inmediato acudió el vadeador que le servía de guía y le puso a salvo.
En 0tras oportunidades los chimbadores, bordeando a los sauces y chilcas o cañas, manantiales y recónditos escondites, se dedicaban a la pesca de camarones en la época propicia con grandes beneficios económicos. Para esta tarea, en las noches colocaban sus conos en forma de embudos hecha de caña, en sitios adecuados para que los crustáceos siguiendo la corriente del agua penetraran en estas trampas. Además durante todo el año estos vadeadores cortaban caña bava para tejer esteras y tambien para hacer las construcciones con barro o yeso. Asimismo cortaban el sauce para hacer sillas rústicas y el aliso o pájaro bobo para vender en menudos tercios de leña.
El panorama del valle de Huaura, mucho de bello abarca. Felices son los meses de invierno. Allí a la luz de la luna y de las estrellas, las gotas de rocío que al caer como una bendición del cielo, sobre las hojas de las plantas, forman preciosas "perlas". Sin embargo al acercarse la noche mi alma se contrae en infinita bondad y ternura, al compás del excelente trino de las aves que agradecen al Creador.
El río Huaura y el Oceano Pacífico con tradición y leyenda desde tiempos remotos permanecen unidos a la historia de esta provincia. El río ejerce poderosa influencia en la vida de las plantas,de los hombres y de los pueblos. ¡Que hermoso es el cielo serrano!. Gracias Creador por deshelar lo que está helado para que el río empiece a caminar, allá donde la paja de puna (ichu) y el viento le entonan una canción de cuna. Gracias Señor por enviar la lluvia desde el cielo para aumentar el caudal del río y convertir los campos en hermosos jardines.
Para quienes tienen la suerte de viajar por la sierra de esta provincia podrán apreciar en todas su magnitud la belleza de la Cordillera de los Andes y el majestuoso vuelo del cóndor. Allí donde el hombre convive con la montaña, el campo y el río. También aquí el día se llena de luz natural y el agua de los Andes que el río nos trae, en cada cascada, crea una hermosa composición poética con los colores del arco iris. Por eso la presencia de este río lo tenemos en todo lo bello: la música, la pintura y la poesía.
El pintoresco valle de Huaura por donde discurre el río, con infatigable energía, no sólo es de importancia por regar a los fértiles campos, sino que abastece de agua y fuerza motriz a muchos de los pueblos que lo rodea. Además en el remanso de su orilla y bajo la sombra de coposos árboles muchas veces se gestan amores y desveturas. En cambio en el llano y bajo el inmenso azul del cielo, ondulando va abriendo su camino, para luego de llevar vida a los campos de cultivo ir a morir en la profundidad del mar.
En el claro amanecer con aire fresco que oxigena hasta al espíritu, sus aguas bajan chillando mientras el campesino le espera cantando. Río Huaura eres canto y eres música. Eres pintura y eres inspiración. En todos los pueblos, tus aguas siempre escriben historias y leyendas.
En las más antiguas descripciones se dice que durante el invierno en la Sierra, este río multiplicaba su caudal, para luego violentamente desbordarse y arrasar con lo que encuentra a su paso. Es, entonces que aparecía el chimbador o vadeador con sus caballos y en otras veces sin ellos, para ayudar a pasar de una orilla a otra a los caminantes.
La historia relata que el sabio Antonio Raymondi, encontró a este río muy crecido y con un ruido estrepitoso. Al tratar de cruzar por el lado mas alto del cause, y en dirección diagonal; pero la poca costumbre de montar en pelo, terminó por marearlo y hacerle perder el equilibrio. De inmediato acudió el vadeador que le servía de guía y le puso a salvo.
En 0tras oportunidades los chimbadores, bordeando a los sauces y chilcas o cañas, manantiales y recónditos escondites, se dedicaban a la pesca de camarones en la época propicia con grandes beneficios económicos. Para esta tarea, en las noches colocaban sus conos en forma de embudos hecha de caña, en sitios adecuados para que los crustáceos siguiendo la corriente del agua penetraran en estas trampas. Además durante todo el año estos vadeadores cortaban caña bava para tejer esteras y tambien para hacer las construcciones con barro o yeso. Asimismo cortaban el sauce para hacer sillas rústicas y el aliso o pájaro bobo para vender en menudos tercios de leña.
El panorama del valle de Huaura, mucho de bello abarca. Felices son los meses de invierno. Allí a la luz de la luna y de las estrellas, las gotas de rocío que al caer como una bendición del cielo, sobre las hojas de las plantas, forman preciosas "perlas". Sin embargo al acercarse la noche mi alma se contrae en infinita bondad y ternura, al compás del excelente trino de las aves que agradecen al Creador.
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