Por su cercanía al norte del Callao, es en la actualidad la llave de la economía de los pueblos de esta provincia. Aquí el Océano Pacífico grande y profundo baña la costa de esta región. Aunque suele enardecerse a veces, este mar se caracteriza por la serenidad. No conoce grandes tempestades y es reposado la mayor parte del año.
Al respecto Antonio Calancha refiere: “Este mar del Sur se llama Pacífico porque en cotejo del Océano, del Mediterráneo, del Bermejo y Pérsico lo proceloso es menos bravo, y lo manso es más quieto, las tempestades pocas y los escollos, bancos o arrecifes moderados. Es todo este mar y sus costas abundantes de peces todo el año, siendo más de cincuenta los géneros que se comen unos más sanos que otros, estos apetitos y aquellos regalados; la abundancia de unos los hace plebeyos y la estimación de otros los hace cortesanos”.(15)
Además las poblaciones de la costa por la proximidad del mar rico y generoso, jamás alterado por los vientos, bonacible el hombre fue pescador y recolector; lo primero mediante anzuelo y red, a los que llega a perfeccionar; lo segundo de cuanta especie de marisco había en el mar. Engel Federic, destaca que el examen de los yacimientos pre cerámicos de la costa indica que las poblaciones mesolíticas alcanzaron un elevado desarrollo y una técnica muy avanzada en la pesca. En general puede decirse que los pueblos avecinados frente al mar fueron, a más de recolectores, grandes pescadores y que esta actividad significó para las agrupaciones en rendimiento mucho mayor que el que podía proporcionar la caza, conservada como un arcaísmo de los tiempos más remotos.(16)
Uno de los principales sitios en conchales se extiende en el puerto de Huacho y la bahía de Las Salinas. En plena salina y a inmediaciones del Cerro San Isidro hay pequeños conchales con los mismos elementos marinos de las lomas de Lachay y a los que hay que agregar solamente valvas de Tagelus donseyi Lamarck. (17)
Doña María, se extiende sobre veinte kilómetros cuadrados y con espesor que no baja de dos metros. Los conchales de Doña María avanzan desde los cerros hasta cerca al mar, pero en sus capas superficiales contienen fragmentos de cerámica, por lo que solamente las capas profundas deben ser consideradas como pre cerámicas sin que haya certeza al respecto. No contienen restos de pescado ni de vegetales pero son ricos, en cambio, en gran variedad de conchas, “predominando las valvas de Mesodesma donacium, conocida vulgarmente con el nombre de macha”, de almejas y choros. Seguramente el mar próximo fue el centro principal de abastecimiento de moluscos marinos de los pastores de auquénidos de las lomas de Lachay y adyacentes.
(16) Calancha Antonio. Corónica Moralizada del Orden de San Agustín- Barcelona 1639. Libro I Cap. VIII Página 50
(17) Engel Frederic- Sites et etabliscements sans ceramique de la cote peruvienne. Paris 1957 –pag. 142
(18 ) Maldonado Ángel- Las Lomas de Lachay. Revista de la Faculad de Farmacia y Bioqímica- Universidad Mayor de San Marcos- Lima 1952 Vol. XIV N° 55-56 Pag. 64
Al respecto Antonio Calancha refiere: “Este mar del Sur se llama Pacífico porque en cotejo del Océano, del Mediterráneo, del Bermejo y Pérsico lo proceloso es menos bravo, y lo manso es más quieto, las tempestades pocas y los escollos, bancos o arrecifes moderados. Es todo este mar y sus costas abundantes de peces todo el año, siendo más de cincuenta los géneros que se comen unos más sanos que otros, estos apetitos y aquellos regalados; la abundancia de unos los hace plebeyos y la estimación de otros los hace cortesanos”.(15)
Además las poblaciones de la costa por la proximidad del mar rico y generoso, jamás alterado por los vientos, bonacible el hombre fue pescador y recolector; lo primero mediante anzuelo y red, a los que llega a perfeccionar; lo segundo de cuanta especie de marisco había en el mar. Engel Federic, destaca que el examen de los yacimientos pre cerámicos de la costa indica que las poblaciones mesolíticas alcanzaron un elevado desarrollo y una técnica muy avanzada en la pesca. En general puede decirse que los pueblos avecinados frente al mar fueron, a más de recolectores, grandes pescadores y que esta actividad significó para las agrupaciones en rendimiento mucho mayor que el que podía proporcionar la caza, conservada como un arcaísmo de los tiempos más remotos.(16)
Uno de los principales sitios en conchales se extiende en el puerto de Huacho y la bahía de Las Salinas. En plena salina y a inmediaciones del Cerro San Isidro hay pequeños conchales con los mismos elementos marinos de las lomas de Lachay y a los que hay que agregar solamente valvas de Tagelus donseyi Lamarck. (17)
Doña María, se extiende sobre veinte kilómetros cuadrados y con espesor que no baja de dos metros. Los conchales de Doña María avanzan desde los cerros hasta cerca al mar, pero en sus capas superficiales contienen fragmentos de cerámica, por lo que solamente las capas profundas deben ser consideradas como pre cerámicas sin que haya certeza al respecto. No contienen restos de pescado ni de vegetales pero son ricos, en cambio, en gran variedad de conchas, “predominando las valvas de Mesodesma donacium, conocida vulgarmente con el nombre de macha”, de almejas y choros. Seguramente el mar próximo fue el centro principal de abastecimiento de moluscos marinos de los pastores de auquénidos de las lomas de Lachay y adyacentes.
(16) Calancha Antonio. Corónica Moralizada del Orden de San Agustín- Barcelona 1639. Libro I Cap. VIII Página 50
(17) Engel Frederic- Sites et etabliscements sans ceramique de la cote peruvienne. Paris 1957 –pag. 142
(18 ) Maldonado Ángel- Las Lomas de Lachay. Revista de la Faculad de Farmacia y Bioqímica- Universidad Mayor de San Marcos- Lima 1952 Vol. XIV N° 55-56 Pag. 64