Después que Manco Cápac y Mama Ocllo fundaron la ciudad del Cuzco, capital del Imperio del Tahuantinsuyo, los incas que lo gobernaron pertenecán a dos dinastías. La primera de Hurin Cuzco o Bajo Cuzco con Manco Cápac, Sinchi Roca, Lloque Yupanqui, Mayta Cápac y Cápac Yupanqui. La segunda de Hanan Cuzco o Cuzco Alto con Inca Roca, Yahuar Huaca, Huiracocha, Pachacútec, Túpac Yupanqui, Huayna Cápac, Huáscar y Atahualpa.
En los testimonios recogidos por los cronistas encontramos que los ocho primeros gobernantes sólo ejercieron su autoridad suprema en los valles y pueblos vecinos al Cuzco y que durante muchos años libraron duras batallas para expandir su poder político y conseguir que la ciudad del Cuzco se convirtiera en el centro de la Confederación Regional, que por el norte llegó hasta el valle de Vilcanota, por el sureste al territorio de los Canas y los Canchis, al sur el reino de los Chumbivilcas y por el oeste hasta el reino de los Chancas, ubicado cerca al río Apurímac. Allí el Inca tenía el grado supremo en cualquier línea.
Es entonces, que recién a partir del gobierno del Inca Pachacútec (Cusi Yupanqui), el Reino del Cuzco expande sus fronteras y los convierte en Imperio. El mencioado Monarca, durante su período imperial se convirtió en el Rey de Reyes, porque ejercería la supremacía no sólo en los Curacas y Reyes de los valles cercanos al Cuzco sino, sobre todos los Curacas y Reyes de las grandes culturas existentes en el antiguo Perú.
Entre ellos tenemos a los Cañaris, Pastos, Huancavilcas, Purunas, Tallanes, Chachapoyas, Cajamarcas, Huamachucos, Huaylas, Conchucos, Chimús Huancas, Chancays, Huaura, Barrancas, y el reino del Gran Chimú. Asimismo Yauyos, Chinchas, Chancas, Nazcas, Chumbivilcas, Vilcas, Condesuyos, Canas, Canchis, Coyas, Omasuyos, Charcas y Mapuches...Los cronistas españoles afirman que el Inca Pachacútec o Señor del Tahuantinsuyo, ejercía soberania en todos estos Señoríos que se diferenciaban no sólo por sus mitos, sino también por las lenguas o dialectos que hablaban.
Por entonces el Reino del Gran Chimú, se extendía por el norte desde Tumbes hasta Paramonga en el sur. Su fundación se le atribuye a un personaje mitológico llamado Tocaynamo, quien según la leyenda llegó por el mar; de tierra no muy lejana, con su numeroso séquito en una "balsa de palos" y desembarcó en la costa del Gran Chimú. Luego de tomar posesión de las tierras que correspondían a Pacasmayo y sus alrededores, fundó una dinastía que gobernó hasta que fueron dominados por los Incas.
Se dice también que Tacaynamo tenía un hijo llamado Guacri caur; quien a su vez tenía un hijo de nombre Nañcempico, que extendió sus dominios en el valle de Chicama hasta Pacasmayo cerca a la villa de Saña. También se cuenta que a Guacri caur le sucedieron siete caciques, siendo el último Minchansamán que con un gran espíritu expansionista conquistó más tierras llegando sus dominios hasta Tumbes. Pero todo su poderío se vió arruinado con el avance victorioso y la llegada del poderoso ejército del Inca Túpac Yupanqui; quien se hizo Señor de todas sus tierras.
Según cuenta Antonio Calancha en "Crónica Moralizada del Orden de San Agustín" que el Inca Pachacútec después de sangrientas campañas militares conquistó a los aguerridos Chancas y a los turbulentos Collas y Huancas. Sin embargo para conquistar e incorporar a la totalidad de los Señoríos de la costa norte encargó a su hermano Cápac Yupanqui y a su hijo Túpac Yupanqui. Estos dominaron al aguerrido Cuis Manco o sea al Señor de Pachacamac que tenía bajo su dominio a los Curacas del Rímac, Chancay, Huaura y Barranca. Luego de avanzar en forma incontenible con treinta mil hombres de guerra llegaron hasta Parmunca (Paramonga). Allí después de sangrienta lucha con millares de muertos de ambas partes no se pudo tomar la Fortaleza y salió vencedor el Chimú. Después de replegarse Túpac Yupanqui, pidió refuerzos a su padre. Desde el Cuzco se le envió veinte mil hombres de los más valerosos y se le obligó apoyar a los régulos de Lima y Pachacamac. Con ellos no sólo se pudo ganar el valle de Paramonga, sino que se avanzó hasta Huarmey, Santa, Guañape y Chan Chan. Por entonces Paramonga no sólo fue una Fortaleza incaica, construída para contener al enemigo, sino que fue una gran ciudad que se extendía cerca al mar.
Desde entonces el Imperio se engrandeció por el valor de sus guerreros que después llegaron a Cajamarca, Chachapoyas y penetraron en el Ecuador. También hay que destacar que el Inca Pachacútec en su fecundo gobierno contó con dos grandes colaboradores: su esposa, la Emperatriz Mama Anawarque y su hijo el príncipe Túpac Yupanqui.
El Inca Pachacútec aparte de sus grandes virtudes de guerrero fue el organizador y forjador del Imperio del Tahuantinsuyo, dividiendose en cuatro Regiones o Suyos y estableció la undad nacional basada en estos principios: Un sólo estado personificado por el Inca, un idioma común el Quechua, un sólo Dios el Sol y una sólida organización social el Ayllu. También instituyó a los Chasquis como un eficiente sistema de comunicación. Mandó construir grandes caminos, tambos o depósitos de alimentos, palacios, templos y fortalezas. Fomentó la agricultura con la construcción de canales de regadio, andenes y puentes. Reformó el sistema del uso de las tierras dividiéndolas en tierras del Inca o del Estado, tierras del Sol y tierras del pueblo. Finalmente reformó el ejército y el sacerdocio. También el poder de la Nobleza, los maestros los poetas, gozaron de ciertos privilegios durante su mandato. A ellos se les obligó seguir estudios en el Yachayhuasi.
lunes, 25 de julio de 2011
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